Para el último post sobre el conflicto, me voy a centrar en qué hacer cuando el conflicto es entre dos niños. Esto normalmente viene en forma de golpes, empujones y lanzamientos.

Tú conoces mejor a  tu hijo. Si ves que se está enojado, ve con él antes de que ocurra algo y ayúdalo a regular sus emociones.

Sin embargo, esto no siempre es posible. O tal vez tu hijo fue el receptor del comportamiento agresivo

¿Qué deberías hacer en su lugar?

Primero, concéntrate de inmediato en el niño herido, sea o no tu hijo, y consuélalo.

Si tu hijo fue el que golpeó, intenta establecer una conexión física poniéndolo en tus brazos o simplemente tocándole el hombro. Luego, valida sus sentimientos e intenta descubrir qué sucedió. Los niños no golpean de la nada. Siempre hay un problema detrás. Tal vez el otro niño trató de agarrar el juguete con el que estaba jugando o pisó su castillo de arena. Una vez que tu hijo se sienta escuchado, pregúntale qué puede hacer para que el otro niño se sienta mejor. Señala cómo sus acciones han afectado al otro niño.

Mientras tanto, si tu hijo fue el que fue golpeado, también trata de averiguar qué sucedió.

Una vez que sepas cuál es el problema, busca formas de resolver el conflicto de manera pacífica. Dependiendo de la situación, algunas ideas son:  hacer turnos cortos, ofrecer intercambios o hacer otra cosa juntos.

Muchas veces esperamos que los niños hagan cosas que no pueden hacer. Si decidió hacer turnos y es hora de que tu hijo le dé el juguete, eso es algo que puede ser muy difícil de hacer. Ayúdalo sacándolo suavemente de sus manos y dándoselo al otro.

Otra cosa que a los niños les cuesta mucho hacer es disculparse. Si tu hijo no puede disculparse, no lo obligue a hacerlo. En cambio, con tu hijo, se tú quien se disculpe. Modela el comportamiento que deseas ver para que pueda aprender de él: «Lo sentimos…»

Parece bastante fácil, pero puede ser difícil ponerlo en acción, especialmente si sientes que todos los demás padres en el patio de recreo te están mirando y juzgando. Como coach familiar, te ayudo a tener muy claros cuáles son tus valores y qué acciones tomar para enseñar a tus hijos estos valores, siendo así más fácil anteponerlos a las opiniones de otras personas. También practicamos las diferentes estrategias que puedes usar durante nuestras sesiones para que puedas ponerlas en práctica con confianza cuando más lo necesitas. Envíame un correo para programar una llamada gratuita y ver cómo se vería esto en tu vida.

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